Suelo radiante, calefacción en superficie
«Estamos hartos de pisar descalzos sobre el suelo frío», podemos imaginar que algo así pudo ser la bombilla encendida que motivó la invención del suelo radiante. La realidad es que ya en la antigua Roma existía un sistema asimilable de suelo caliente llamado «hipocaustoa», porque por mucho que les pese a Astérix y Obélix, no estaban tan locos esos romanos.
Hipocausto de la villa Vieux-la-Romaine. Normandía, el agua caliente circulaba por debajo de la casa para calentar el suelo (fuente: Wikipedia)
El suelo radiante se ha convertido en el sistema más popular a la hora de ejecutar una instalación de calefacción en una vivienda, sea nueva o rehabilitada. A esto contribuyen dos de sus características principales:
– La calefacción por suelo radiante calienta el aire desde abajo, favoreciendo la corriente de convección por radiación, además su distribución regular en superficie hace que la sensación térmica sea más homogénea y por lo tanto más agradable.
-Al ser el suelo radiante un sistema de calefacción oculto, evitamos la presencia de emisores (radiadores, equipos convectores etc…) en las estancias. Esto es una ventaja ya que ocupan espacio, tienen un impacto visual importante en lo que a la decoración se refiere y molestan cuando se realizan las labores de limpieza de la vivienda.
Vamos con sus características:
1- Fuente de energía.
Una de las características principales del suelo radiante es que se trata de un sistema de calefacción que trabaja a baja temperatura (menor demanda energética). Esta circunstancia hace que las fuentes de energía renovables (geotermia, aerotermia, paneles solares, biomasa, etc.) sean especialmente indicadas para ser las encargadas de elevar la temperatura del agua en la instalación.
Nos vamos a saltar la explicación (por aburrida) de cómo se calienta el agua que circula por la instalación y nos quedaremos solo con el dato de que la temperatura máxima alcanzada ronda los 50-55º y a los circuitos llega a una temperatura en torno a los 25-30º en función de la demanda.
2- Elementos que lo componen.
Losetas: Elementos planos con tetones. Sobre estas losetas y entre los tetones, se colocan los tubos de la instalación. Generalmente fabricadas con poliestireno expandido, para evitar las pérdidas de calor hacia el inferior. Este aislamiento que confieren las losetas, no exime de la colocación del correspondiente aislamiento térmico para evitar la subida del frío desde el terreno exterior.
Losetas de distribución de instalación
Imagenes: Vivienda Unifamiliar en Coruxo. (Finalizada)
Tubería: Como ya se mencionó, los tubos se colocan sobre las losetas, distribuidos en varios circuitos de tubería continua. Cada circuito nace en el colector de ida y muere en el de retorno. Al tratarse de una tubería continua, sin codos, ni empalmes, las pérdidas de calor en la instalación son menores que en una de emisores tradicionales. La colocación de las tuberías es la fase más delicada, se deberá evitar, en la medida de lo posible, el tránsito sobre ella para minimizar los posibles daños en la instalación.
Distribución de la tubería sobre las losetas
Colectores de ida y retorno de los circuitos de la instalación
Como se aprecia en la imagen, se debe buscar la mayor uniformidad en la distribución de la tubería.
Detalle de colocación de la tubería entre los tetones
Imagenes: Vivienda Unifamiliar en Vilaboa. (Finalizada)
Recrecido: Cuidando de no dañar la instalación, se ejecutará un recrecido de mortero de cemento de mínimo 5 cm sobre la cara superior de los tetones. Se dejará listo para colocar sobre él el acabado final de piso. En el perímetro de las estancias, se colocará una junta perimetral para absorber los movimientos de dilatación-contracción que se produce en la base y evitar que se manifiesten fisuras en el suelo terminado.
Vertido del recrecido.
Imagen: Rehabilitación de Vivienda Unifamiliar en Valladares. (En ejecución)
En la imagen se aprecia la junta perimetral colocada
Suelo terminado: Debido a sus características, la calefacción por suelo radiante admite cualquier tipo de acabado de piso sobre él, ya sea pétreo, cerámico o de madera. A continuación os mostramos ejemplos de los suelos colocados en alguna de nuestras obras.
Entarimado de madera en vivienda unifamiliar de Coruxo
En el caso de los suelos de madera debemos hacer una observación. La puesta en servicio de la instalación debe hacerse de forma progresiva, para evitar que el «golpe de calor» pueda producir defectos en el entarimado.
Solado con porcelánico en la vivienda unifamiliar en Vilaboa
Se trata en este caso de un porcelánico con un acabado de imitación a madera.
